Al escepticismo
Máscaras enraizadas al rostro
un indestructible duet
disfrazan la hermosura
de la sensibilidad
Es la apócrifa fuerza
murallas con ladrillos de cera
candidez enmascarada
una ilusión de madurez
El niño ingenuo
harto de parecer tonto
ya no cree en nada
y nada ve
¡eso lo decidió él!
Su indiferencia
esa tumba de titanio
entierra la sensibilidad
ella, que es inmortal
Veo un iceberg
con un corazón de fuego
un escudo, contemplo
sé que hay detrás
un pecho con mil heridas
Duras son las máscaras
las de mármol
las de acero
unas sonríen siempre
otras no tienen expresión
¡Y hay tantas, tantas!
tantas que a nadie conozco
ni conoceré
nunca he visto ni veré
la carne de un rostro.
un indestructible duet
disfrazan la hermosura
de la sensibilidad
Es la apócrifa fuerza
murallas con ladrillos de cera
candidez enmascarada
una ilusión de madurez
El niño ingenuo
harto de parecer tonto
ya no cree en nada
y nada ve
¡eso lo decidió él!
Su indiferencia
esa tumba de titanio
entierra la sensibilidad
ella, que es inmortal
Veo un iceberg
con un corazón de fuego
un escudo, contemplo
sé que hay detrás
un pecho con mil heridas
Duras son las máscaras
las de mármol
las de acero
unas sonríen siempre
otras no tienen expresión
¡Y hay tantas, tantas!
tantas que a nadie conozco
ni conoceré
nunca he visto ni veré
la carne de un rostro.
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